La gestión de residuos contribuye a la protección del clima
Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas de 2016 han sido concretizados por la Comisión Europea en una legislación marco para una mayor sostenibilidad y protección del clima en los Estados miembros. Como líder en innovación, TOMRA aspira a ayudar a lograr estos objetivos y llevar la gestión de residuos a nuevas cotas.
Un nuevo estudio encargado por TOMRA y llevado a cabo por EUNOMIA demuestra el potencial de un sistema optimizado de gestión de residuos en relación con el cambio climático. En total, se pueden reducir las emisiones de CO2 al año en 2760 millones de toneladas.
Esta reducción puede lograrse utilizando sistemas holísticos de recursos, es decir, la combinación optimizada de prácticas clave de gestión de residuos para su recogida, clasificación y reciclado con el fin de facilitar la transición hacia una economía circular, que evite el agotamiento de los recursos, reduzca el vertido de basuras y contribuya a un mundo neutro en carbono.
Los sistemas holísticos de recursos son una combinación ideal de normativas marco políticas, como la responsabilidad ampliada del productor, los sistemas de depósito, devolución y retorno, y los procesos técnicos de manipulación de residuos. Eunomia, consultora centrada en sostenibilidad con sede en Londres, ha examinado varios modelos para identificar el escenario más eficiente y económico para un sistema holístico.
El resultado es claro: los sistemas de depósito, devolución y retorno de botellas PET y envases metálicos de bebidas, que ofrecen una tasa de devolución superior al 90 %, deberían desempeñar un papel central en este tipo de sistemas. En cuanto al resto de residuos domésticos, solo deben recogerse por separado los residuos biológicos, el papel, los textiles y los aparatos eléctricos y electrónicos. El resto debe permanecer en un flujo de residuos mezclados que pueda separarse de la forma más eficiente en materiales reutilizables para su posterior reciclaje.
Esto permitirá que los modelos holísticos adaptados a las regiones reduzcan las emisiones mundiales de CO2 hasta un 5 %, lo que equivaldría a paralizar todos los vuelos comerciales del mundo y retirar de la circulación el 65 % de los coches.
Ahora es el momento de tomar medidas reales para garantizar que las sociedades dejen de desperdiciar recursos con todas las consecuencias negativas que conlleva. En muchos lugares, la pandemia ayudó a cumplir los objetivos del Acuerdo de París sobre el clima, pero incluso mantener ese nivel requerirá una implantación determinada y coherente, incluidos sistemas holísticos, para cerrar los circuitos.
Los tres elementos de la gestión holística de los residuos son:
• Sistemas de depósito, devolución y retorno (SDDR) para envases de bebidas de PET y metal: con una tasa de devolución de más del 90 %, maximizan las capturas de material de alta calidad y alta intensidad de carbono, a la vez que reducen la cantidad de basura.
• Recogidas separadas de biorresiduos, papel, textiles y equipos eléctricos y electrónicos (RAEE): permiten reciclar estos materiales para obtener el mayor beneficio de carbono. Aunque las recogidas separadas son una parte intrínseca de los recursos holísticos, las tasas de captura, incluso en las mejores prácticas, no son lo suficientemente buenas. Siempre será necesaria una clasificación adicional de la fracción residual de los residuos.
• La clasificación de residuos urbanos indiferenciados (MWS, por sus siglas en inglés) genera tasas de reciclaje y recogida adicionales que van más allá de lo que los demás componentes pueden ofrecer. La incineración o el vertido de plásticos y otros materiales con alto contenido en carbono generan emisiones innecesarias de GEI. La MWS reduce esas emisiones y devuelve más materiales al sistema para su incorporación en nuevos productos. Debe considerarse ahora una prioridad de inversión, ya que es un respaldo necesario para garantizar que los sistemas de gestión de residuos capturen tantos recursos como sea posible para su reciclaje.
Buenas prácticas en cuanto a SDDR: Lituania
En febrero de 2016, el gobierno de Lituania puso en marcha un «sistema de depósito, devolución y retorno» para incentivar a los consumidores a devolver los envases de bebidas usados para su reciclaje. TOMRA apoyó a Lituania con la implantación de su nuevo sistema, que se lanzó en febrero de 2016 con un calendario ajustado. Esta implantación suponía la primera vez que TOMRA trabajaba con un modelo de «rendimiento» en Europa. El sistema de depósito, devolución y retorno lituano ha superado las expectativas, con un 91,9 % de envases de bebidas devueltos para su reciclaje a finales de 2017.
Mejores prácticas de MWS: IVAR IKS/Stavanger
Un modelo ejemplar del marco de sistemas holísticos de recursos se encuentra en la región donde se encuentra Stavanger (Noruega). Antes del análisis, la región ofrecía un sistema completo de recogida selectiva de residuos orgánicos (alimentos y jardín), papel, embalajes de plástico, vidrio y textiles. El sistema IVAR IKS procesa ahora todos los residuos sólidos urbanos en una de las plantas de MWS más avanzadas de Europa. El resultado: una planta de clasificación de residuos urbanos indiferenciados totalmente automatizada y de nueva construcción, que incluye nuevas instalaciones para el reprocesamiento de plásticos y la clasificación de papel.
IVAR IKS logró mejorar significativamente las tasas de reciclaje generales, siendo la recuperación de plásticos y metales la más notable a la hora de reducir las emisiones del cambio climático. La implantación de cambios en el sistema, incluida la clasificación de residuos urbanos indiferenciados, ha dado como resultado unas tasas de reciclaje únicas en su clase. A partir de 2021, IVAR IKS ocupa el primer puesto en Noruega en las tasas de recogida de embalajes de plástico posconsumo.
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