¿Cambio de conciencia debido al coronavirus?
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Acordeón simple
Durante la pandemia, muchas personas en Europa están tomando conciencia de que el mundo debe utilizar los recursos de forma más responsable. Sin embargo, según un estudio reciente, hasta ahora los encuestados solo lo han aplicado de forma limitada en su vida cotidiana: Casi dos tercios (63 %) de los encuestados alemanes afirmaron que no han cambiado su consumo personal de recursos durante la crisis del coronavirus y afirmaron que no planean hacerlo. En comparación, en Francia y Noruega, la mitad de los encuestados no cambiaron y no cambiarán sus hábitos de consumo debido al coronavirus, y la cifra se sitúa en el 36 % en el Reino Unido.
TOMRA encargó el «ReThink study» al instituto de encuestas Kantar, en el que se preguntó a unas 4000 personas en el Reino Unido, Noruega, Francia y Alemania sobre su consumo y comportamiento de compra desde la pandemia del coronavirus, unas 1000 por país.
Los resultados en los cuatro países muestran que los jóvenes de entre 18 y 29 años son los que más probabilidades tienen de renunciar al consumo. En este grupo de edad en Alemania, un tercio (34 %) afirmó que habían cambiado su comportamiento como consumidores. En el grupo de personas mayores de 60 años, la cifra era de solo el 18 %. Además, en Francia, el Reino Unido y Noruega, la proporción de personas que consumen o quieren consumir menos era significativamente mayor entre los «jóvenes» que entre los «mayores».
ReSociety: repensar por completo un mundo más sostenible
La reticencia a consumir en los ámbitos de la ropa, los viajes, los artículos de lujo o la gastronomía, por ejemplo, solo puede explicarse en parte por la vida económica y social que ha decaído como consecuencia de la pandemia del coronavirus. En general, la población es cada vez más consciente de la situación económica mundial y utiliza los recursos de manera más responsable, pero cuando se trata de vivir de forma más sostenible en la vida cotidiana, a menudo sigue existiendo una brecha entre las aspiraciones y la realidad.
Además, se necesita más información sobre los pequeños pasos que pueden resultar en grandes logros. Por ejemplo, separar los envases de plástico y cartón antes de desecharlos.
En este contexto, TOMRA ha lanzado recientemente «ReSociety»: una iniciativa y una plataforma destinadas a reunir conocimientos e ideas de empresas, políticas y consumidores, con el objetivo común de replantear completamente el mundo para construir un futuro más sostenible. Encontrará más información al respecto en ReSociety. El estudio ReThink tiene como objetivo analizar tendencias y avances en el camino hacia una «economía circular» cada dos años: una economía circular mundial que redefine el crecimiento centrándose en desarrollos sociales y ecológicos positivos.
La gran mayoría evita el plástico al comprar. Excepción: Noruega
Según el estudio, la mayoría de los encuestados de todos los países (85 %) creen que ha llegado el momento de replantearse cómo manipular los embalajes desechables. De hecho, tres de cada cuatro alemanes (el 75 %) afirman que ya evitan el plástico al comprar. En Francia y el Reino Unido, la proporción es similarmente alta, del 71 y 72 % respectivamente, mientras que en Noruega es significativamente menor, del 56 %.
Al mismo tiempo, sin embargo, muchas personas no están dispuestas a pagar más dinero para que los productos puedan producirse o empaquetarse de forma más sostenible: En Francia, el 50 % de los encuestados rechaza los gastos adicionales, en el Reino Unido el 49 %, en Noruega el 45 %, en Alemania el 47 %. En todos los países, cuanto mayor sea el grupo de edad encuestado, menor será la disposición a pagar más. Esta disposición solo aumentará ligeramente de nuevo con el grupo de edad de 60 años o más.
La conducta de los consumidores está cambiando lentamente y la creciente población mundial seguirá consumiendo grandes cantidades de recursos en el futuro, dadas estas circunstancias, la implantación de una economía circular a escala mundial es cada vez más importante, especialmente para los plásticos. TOMRA ha anunciado que recogerá y reciclará el 40 % de los embalajes de plástico posconsumo en todo el mundo para 2030. Actualmente, solo el 14 % se recoge para fines de reciclaje, y la mayoría de ellos no se reutilizan para el mismo propósito, sino que deben clasificarse en una categoría de menor calidad.
Los participantes en el estudio en Alemania, Francia, Reino Unido y Noruega también parecen ver el enorme potencial, lo que se refleja con una abrumadora mayoría (el 94 %) de los encuestados de acuerdo en que el tema del reciclaje será más importante en el futuro o, al menos, no perderá importancia.
Una infraestructura de reciclaje moderna puede ayudar a que el potencial del reciclaje se haga realidad, porque motiva a los consumidores a participar activamente en este ciclo. El consumo consciente combinado con una alta tasa de reciclaje puede contribuir enormemente a la revolución de los recursos que necesitamos para un futuro sostenible.