#WeAreTOMRA: Conozca a Dustin, Field Service Technician

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¿Qué fue lo primero que le hizo solicitar el empleo?

En aquel momento vivía en Bergen. Mi mujer estaba embarazada y vivía en Haugesund, y queríamos mudarnos juntos. TOMRA buscaba un técnico de asistencia en Haugesund. Nunca había oído hablar de la empresa, pero el trabajo me pareció interesante y volaron a Bergen para entrevistarme. ¡Me dieron el trabajo, a pesar de haber llegado 20 minutos tarde a nuestra primera reunión!

¿Qué le gusta hacer en su tiempo libre?

El kitesurf es mi afición y lo que más disfruto de este deporte es también lo que más disfruto de mi trabajo: el reto de no saber qué pasará a continuación y no tener que depender de nadie. No se necesita gas ni electricidad para hacer kitesurf. Lo único que se necesita es un poco de viento y la naturaleza para divertirse. Es un deporte extremo. No es algo que todo el mundo haga. Me gusta estar solo, en la naturaleza.

La naturaleza fue una de las cosas que me llevaron a Noruega en 2008. Soy de Alemania. Desde que de niño iba de vacaciones y pescaba en Noruega, mi sueño era vivir allí. Me encanta la naturaleza y por eso también considero que el reciclaje es tan importante. Permite que haya menos basura en el medio ambiente.

¿Qué es lo que más le gusta de su trabajo?

Me gusta no tener que depender de los demás. Soy responsable de todo. Disfruto de la libertad de planificar mi jornada laboral y de tener la responsabilidad total de la zona. También me gustan los retos a los que me enfrento a diario y nunca sé qué me deparará el mañana. Se trabaja mucho, pero es muy gratificante ver los frutos del trabajo, ver que ayudas a tu cliente. Hago mi trabajo y el cliente queda satisfecho. Soy el enlace entre TOMRA y el cliente, y mi objetivo es beneficiar a ambas partes.

Me identifico claramente con todos los valores de TOMRA. Mi trabajo no es solo un trabajo a cambio de dinero. Me involucro en él. Vivo mi trabajo y espero que la gente vea que me gusta lo que hago. No dejo el trabajo a las 16:00. Si hay algún problema, me hago responsable de mis clientes.

TOMRA tiene alma. La forma en que te recibe la gente que trabaja aquí, cómo te escuchan. La gente se preocupa. Todo el mundo se saluda sonriendo y eso no ocurre en todas partes. TOMRA como empresa es muy acogedora. No hay que temer nada, sea cual sea el problema. Siempre se puede preguntar y la gente se trata con respeto.